Los insistentes alisios


Semana 15. Del lunes 16 de mayo al domingo 23 de mayo
A poniente del archipiélago de Cabo Verde intentamos avanzar en contra de los persistentes alisios que desde el nordeste soplan hacia sudoeste presentádose como una muralla invisible que apenas nos permite restar millas a nuestro objetivo. Continuados bordos, con la solent acuchillando los rumbos cerrados, abatimientos y orzados de Atalayón buscando una derrota que nos permitan navegar con el mejor de los rumbos posibles. Son días de desasosiego por las repetidas maniobras y el insistente e ilusorio deseo de un cambio de orientación de estos vientos tan característicos en esta zona de convergencia intertropical.
  • Pero Atalayón, ¿es que no vamos a tener conseguir mantener un rumbo más de cuatro horas seguidas? Así no llegaremos a ninguna parte
  • Calla agonías que navegar a vela, y ya debías saberlo, es por encima de todo, una partida de astucia en la que tu adversario es el viento, más poderoso que tú, ¡No lo olvides! Y esa partida se debe jugar con previsión y paciencia. Las prisas sólo te influenciarán para que el desánimo se apodere de tu voluntad.
  • Sí lo sabía, eso de la paciencia pero es que son muchas jornadas con el viento de cara.
  • Mira Trasmallo, los alisios siempre han estado aquí entre los dos trópicos. Este es su reino y nosostros estamos de visita. Así que su particular obsesión por empujarnos hacia sudoeste movido por el efecto Coriolis de la rotación terrestre nos pone a prueba como navegantes habilidosos y pacientes. Muy pacientes.
  • ¿Co..qué?
  • Coriolis grumetillo. Es el nombre que se le da a la fuerza que en un movimiento permanente y giratorio empuja a los elementos que transporta en su periferia hacia el centro de la imaginaria círculo o desde el centro hacia afuera según el hemisferio por el que te desenvuelvas
  • ¡Ah! O sea que a..aguantarse tocan
  • Y a modificar los rumbos para no perder arrancada. Espabila
Y así continuamos enzarzados en rumbos que nos llevaban casi a besar la costa marroquí y a continuación abatiendo a sotavento y hacia alta mar en un tiovivo del que no podíamos bajarnos. En alguna de aquellas aproximaciones hasta un grupo de surfistas nos saludaron señalándonos lo próximo que andábamos de la orilla.
¡Cuándo veremos las Canarias!
En uno de esos atardeceres conecté la radio y las ondas de Radio Dakhla (antigua Villacisneros) nos acompañó con sus pegadizas melodías